DEVORA

Mira.

Cuerpos en tumulto, desgarran simulacros, desarman historias, dejándose afectar por la energía que los afecta. Mujer/es?

Superficies palpitantes, miradas expuestas a la irradiación del deseo. Soledades que se tocan, magnéticas, en búsqueda de un goce común.

Devora.

Dirección: Angela Babuin

Dramaturgia: Francesco Callegaro

Danza: Catalina Briski, Alfonsina Macchi Herrera, Ana Laura Ossés, Josefina Sagasti, Muriel Sago, Casandra Velázquez

Video: Marco Lovisatti

Vestuario: Pedro Ventura Briski y Pasquale Napolitano

Diseño de luces: Martín López Palermo

Asistente: Sheila Dempsey

Música: Iosonouncane, Juliette Lewis, Soundwalk Collective feat. Patti Smith, Arvo Pärt, Alessandro Cortini

Duración: 50 minutos

El contagio es vida, cuando a circular es el virus del deseo. Es el cuerpo a cuerpo que despierta la fuerza singular que nos une y nos empuja al movimiento, quebrando los simulacros que nos dejan en la impotencia. Cinco mujeres comparten su soledad común, dejándose afectar por lo que las afecta, bajo la mirada lejana del otro, ausente. Expuesto y observado, intimo y enigmático, el deseo circula en un juego de espejos en el cual mundos encerrados se abren a la posibilidad de un goce compartido. Hasta redescubrir la pasión devorante de vivir.

La obra propone un juego entre la mirada y la intimidad. Las materialidades dialogan entre sí, el microtul que a veces vela y a veces deja ver, la luz que a veces enceguece y a veces alumbra en la oscuridad de una danza rota y perdida. Capas que aparecen y desaparecen, sonidos que invaden y silencios que aturden. Los lenguajes construyen sistema, se refuerzan o contradicen entre sí. El video narra esa tensión con analogías y abstracciones.

Foto: Ana Forlano

La idea del proyecto empieza a dibujarse hace cuatro años, a partir de una investigación sobre el cuerpo histérico, basada en la lectura y la interpretación iconográfica desarrolladas por George Didi-Huberman en su libro La invención de la histeria. Al principio, se trataba de explotar el potencial coreográfico de la dramaturgia histérica, develando la fuerza creativa y emancipadora de las mujeres encerradas en el Hospital de la Salpêtrière de Paris. Seguimos en esta línea profundizando el estudio psicoanalítico de la circulación del deseo insatisfecho en las masas, según Freud y Lacan, hasta recuperar algunos elementos de reflexión y creación en las prácticas de hipnosis de Charcot y del magnetismo animal de Mesmer. Lejos de una mirad medica, desde el origen la intención ha sido subrayar, con cierta distancia irónica, la puesta en escena, plástica, teatral, del deseo del otro.

La pandemia por Covid19 precipitó la urgencia de dar cuerpo a este proyecto, en razón de la fuerte resonancia con la experiencia vivida en la situación de encierro en la cual nos encontramos mundialmente a principio de 2020. Volviendo a recuperar el material trabajado, para relacionarlo a la actualidad, creamos un grupo compuesto por mujeres artistas, coreógrafas y bailarinas, residentes en Argentina, Francia, Italia y España, con la intención de compartir, en palabras y movimientos, la experiencia de la distancia y de la soledad, buscando valorizar el deseo de trabajar juntas, en contrapunto a la falta de circulación social y de contacto impuesta por la situación de emergencia mundial. Surgió así la idea de que el contagio del deseo puede ser vital.

Una primera fase de exploración tuvo lugar entre junio y noviembre 2020, bajo la forma de encuentros virtuales por la plataforma Zoom. Cuatro intérpretes se conectaron, se contagiaron, se observaron y se dejaron bailar, explorando su intimidad y buscando un lenguaje común. Esta etapa permitió encontrar los estados del cuerpo y crear las bases coreográficas para poder desarrollar en vivo una puesta en escena del material físico.

La siguiente etapa de investigación y creación, Devora, implicó la transmisión del material trabajado hasta el 2021 a un grupo de mujeres en Buenos Aires. La intención fue que las cinco nuevas intérpretes pudieran dejarse contagiar por la experiencia creativa del primer grupo. Así comienza la etapa de ensayos presenciales que se desarrollan desde finales del 2021 hasta principio de 2023 estrenando esta nueva investigación escénica que reúne la memoria del grupo anterior -encerrado por la pandemia y mediado por la tecnología-, la memoria de las mujeres del siglo XIX -encerradas por histeria y mediadas por el archivo- y la puesta en diálogo con una proyección que recorre toda la obra junto al movimiento de las intérpretes.

Tras la realización de la performance en Buenos Aires, que se presentò en abril y mayo de 2023 en el Teatro Cooperativa Perra, el material creativo se compartirá con el grupo de trabajo inicial para completar el viaje con una residencia europea y una nueva performance que será el resultado de la circulación de imágenes poéticas, diferentes encuentros y experiencias corporales en distintas partes del mundo.

Foto: Ana Forlano

La estructura dramatúrgica de la obra quiere dar cuerpo al movimiento de creación que lleva una masa informe de cuerpos, átomos aislados cargados de energía, a entrar en contacto y generar conexiones moleculares hasta dar vida a una comunidad de singularidades. La definición de esta estructura se basa en una lectura coreográfica de las dinámicas propias a la psicología de las masas descritas por Freud, así como en el uso poético de las referencias subyacentes a las leyes de la termodinámica, en particular el principio puesto en evidencia en el mundo viviente según el cual la perdida, el gasto, el consumo, crean ordenes locales por circuitos reiterativos. En fin de cuenta, buscamos dar forma a una termodinámica feminista, mostrando como el deseo subversivo de las mujeres sostiene la creación de lo común.

Esta obra cuenta con el apoyo de Prodanza 2021

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Foto: Ana Forlano